Palacete tradicional marroquí situado en la Medina. Decorado con gran estilo, con suelos de cuero y obras de arte contemporáneo en las paredes, este acogedor hotel cuenta con muchos espacios para tomar el sol, leer o descansar. Como por ejemplo el frondoso jardín del patio o la estupenda terraza con rosales, tumbonas y piscina, que ofrece espectaculares vistas de la ciudad y de las montañas del Atlas. El hotel también cuenta con restaurante y un hammam.