La República Checa tiene un clima continental con inviernos muy fríos y veranos cálidos. En Bohemia, la continentalidad se acentúa por los macizos que rodean la meseta checa que aísla a la región de las influencias marinas y le da menor pluviosidad (500 mm) en Praga, mientras que las montañas del denominado Cuadrilátero están abundantemente regadas.
Las temperaturas en la República Checa son bastantes similares a las que tenemos en España en las regiones del interior, es decir, inviernos fríos (más fríos que en España) y veranos quizás no tan calurosos. En invierno las nevadas son frecuentes. Es aconsejable llevar alguna chaqueta ligera o un suéter para las noches de verano, por si refresca, y en todo tiempo una gabardina ligera, impermeable y prendas cómodas y amplias, de colores claros en verano.
Generalmente la ropa de sport es aceptada en todas partes, si bien para las cenas en algunos restaurantes, teatros y conciertos es preciso vestir ropa más formal (chaqueta y corbata los caballeros, y vestido las señoras). En algunos establecimientos, si bien no se exige tanta etiqueta, no está bien visto el vestir con vaqueros o calzar zapatillas deportivas, como por ejemplo en algunas discotecas y “night clubs”
El calzado debe ser lo más cómodo, ligero y transpirable que pueda llevar. Lógicamente en invierno deberá ser impermeable, grueso y cerrado, adaptado al clima y a la posibilidad de nevadas